sábado, 7 de junio de 2014

PROPUESTA DE RECORRIDO




 PROPUESTA DE RECORRIDO


Se propone un edificio basado en el recorrido como articulación del espacio, siendo una prolongación de los recorridos de las calles del ámbito de actuación, por el interior del edificio como una galería cubierta donde pasan cosas y con una parte de grupos de habitaciones  y otra de usos en ambos laterales.


 La calle central consigue acompañar la pendiente de la parcela mediante rampas, quedando tanto las edificaciones de las habitaciones, como las de los usos en cuatro plataformas con diferencias de cotas de metro y medio en el sentido de la pendiente.

Los módulos de habitaciones están elevados un metro con respecto a la cota de la calle y las otras edificaciones, dotándolos de cierta intimidad y con un acceso fácil mediante rampas desde la calle central.



Los grupos de habitaciones, persiguen una óptima relación social de los ancianos en grupos cuatro con un estudiante, compartiendo un amplio hall y un salón por cada uno.


viernes, 6 de junio de 2014

EL RECORRIDO ESPACIAL COMO ELEMENTO ARTICULADOR.




EL RECORRIDO ESPACIAL COMO ELEMENTO ARTICULADOR


Arquitectura como experiencia. Arquitectura sensorial, propiciada desde el recorrido arquitectónico, desde las sorpresas, los giros y los quiebres. Arquitectura como reto. Tanto las formas y los espacios que contiene, como los tiempos, están llevados al límite.

‘La arquitectura se experimenta deambulando y caminando a través de ella’. Le Corbusier, 1942

Secuencia de imágenes que se abre ante los ojos del observador cuando avanza gradualmente a través del edificio. Donde se imbrican espacios interiores y espacios exteriores. Recorrido continuo, y totalmente accesible

Se pretende construir el espacio arquitectónico mediante el movimiento. La “forma” de la edificación es la de su recorrido y este recorrido es de carácter espacial.

El recorrido es uno de los conceptos fundamentales para generar interés y calidad espacial.

El recorrido puede ser sugestivo si consideramos todas las formas de percepción humana, una mirada, una caminata pausada, un descanso momentáneo, una respiro profundo, son las formas más habituales de recorrer el espacio. La creatividad puede inducir además a que disfrutemos del entorno dentro de una “experiencia controlada”.

Recorrido espacial, cada situación es descubierta en la experiencia dinámica del movimiento la experiencia del recorrido ...la relación del hombre con la arquitectura es un hecho fundamentalmente perceptivo, la arquitectura se experimenta a través de la totalidad de los sentidos, no solo por la visión,y el logro de la satisfacción humana debe ser uno de los fines del arquitecto...Geoffrey Broadbent  

Tiempo y espacio son dimensiones del mundo físico en el que vivimos, estamos tan ligados a ellos como la misma piel por la que sentimos. De esta misma forma el tiempo y el espacio están ligados a la arquitectura, como si esta fuera su piel; y nosotros los humanos interactuamos con la arquitectura recorriendo el espacio, sintiéndolo, transformándolo, y haciéndolo nuestro.


El recorrido se compone de un tiempo para recorrerse que es propio de él y, por tanto, reclama de un espacio en el cual se pueda –ese tiempo– constituir, medir y recoger.

El recorrido no es sólo el modo como se deambula por un interior, sino también el modo por el cual se establece la unidad de la obra de arquitectura con respecto a sí misma y su relación con el exterior. El espacio del recorrido construido por la arquitectura es, en este sentido, el espacio de lo mayor. Lo mayor como aquello que tiene capacidad o potencia de representación de la totalidad de la obra. Lo mayor a su vez contiene dentro de sí una suerte de sub-potencia que es de culminación. El recorrido se decanta como tal, en el cuerpo, cuando alcanza un punto culminante, en el cual, lo mayor es posible de contemplar (como un recorrido y no una sucesión de vanos) a partir de una relación de longitudinales que vinculan cercanía y lejanía, interior y exterior. 





martes, 3 de junio de 2014

RESIDENCIA DE MUJERES EN JAPÓN





Esta obra del despacho Kazuyo Sejima & Associates se encuentra en Kumamoto, Japón. Se trata de una residencia para 80 jóvenes mujeres, todas  trabajadoras de una empresa local, que conviven y se forman en su primer año de empleo. El edificio es un gran bloque rectangular, de tan sólo una planta de altura.

Los arquitectos priorizaron los aspectos de la vida en comunidad, de modo que los espacios comunes tienen un mayor protagonismo que las habitaciones indivuduales. Así, encontramos un gran espacio central de doble altura, donde se encuentran los baños comunes y el resto de servicios. Se entiende este espacio como una extensión de las habitaciones, de modo que se produzcan interacciones entre los usuarios.
Los dos bloques de habitaciones se colocan en planta baja y paralelos al lado alargado del solar. Desde ellas se tiene acceso al espacio central y a un espacio exterior.

El espacio central alberga, además de los baños comunes, la zona de vestíbulo, administración, y habitaciones de invitados. También regula las relaciones entre todos ellos, las habitaciones y las terrazas perimetrales. En cierto modo, es como una calle: por el lado norte se ven pasar los coches y desde todos lados se ve el cielo.
El acceso se produce por el piso superior, que se organiza en dos franjas alrededor del espacio central a doble altura.

La solución constructiva es el de una estructura unidireccional de muros y losas ligeras de hormigón para las habitaciones, mientras que el espacio central se construye con pilares metálicos y losas de hormigón. Los núcleos de servicios comunes ayudan a soportar las cargas horizontales.

Así pues, podemos entender el edificio como un gran espacio común donde conviven las residentes y donde espacio colectivo y privado actúan el uno como extensión del otro.


RESIDENCIA DE ANCIANOS DE DRIE HOVEN




Residencia de ancianos De Drie Hoven




La residencia de ancianos De Drie Hoven, obra de Herman Hertzberger construida entre 1966 y 1972 en Ámsterdam, debía albergar tres categorías diferentes de residencia ordenadas según el grado de dependencia de los pacientes. El proyecto debía incluir un asilo, una zona de habitaciones individuales y unos apartamentos para parejas, además de una serie de servicios comunes para todos los residentes. La combinación de estas diferentes categorías debía dirigirse hacia una máxima intercambiabilidad para evitar continuos traslados de una sección a otra.



Hertzberger concibe el edificio como un área urbana, una ciudad en miniatura en la que los equipamientos centrales serían fácilmente accesibles a todos los residentes.
La complejidad del programa, que incluía una considerable variedad de dimensiones diferentes, llevó a a la idea de crear un armazón estructural basado en la misma unidad modular. Se decidió que la medida más pequeña que podía servir como componente básico de todos los tipos de habitaciones tenía que ser 92cm. A partir de esta unidad, se diseñó un sistema prefabricado de pilares, vigas y forjados que, por basarse en ese módulo, se suponía receptivo a cualquier demanda del programa.




Se obtenía, de esta manera, un "juego" de piezas formado por tres medidas diferentes de dintel que hacía posible combinar los espacios comunes y las estancias a voluntad.
La estandarización y sincronización de dimensiones en todo el edificio permitía el uso intercambiable que demandaba el programa además de simplificar la construcción y reducir los costes al mínimo.
A esta estructura básica, se añadieron unas "torres" o huecos verticales que concentraban todos los servicios importantes del conjunto: cajas de escalera, ascensores, conductos de ventilación, paso de instalaciones, armarios de mantenimiento,... Estas torres se distribuían de forma regular, a distancias iguales, por todo el conjunto, creándose así una retícula "objetiva" sobre la que se superponía el diseño espacial del programa de necesidades.
Los puntos fijos de soporte (las torres) junto con el "juego" de piezas de construcción contribuyen a crear la sensación de unidad y orden del conjunto. Una gran variedad de usos es posible sin que por ello el edificio pierda su coherencia visual y organizativa.
El programa se distribuye en una serie de alas, cada una con su propio centro, destinadas a las diferentes categorías de acomodación y a los servicios o equipamientos comunes. Los distintos brazos, correspondientes a los distintos departamentos, se unen en una zona central común creando una secuencia de espacios que se identifican con la gradación vecindario-comunidad-ciudad. La actividad del edificio se concentra en este patio central al que los propios residentes llaman la "plaza del pueblo". En ella tienen lugar todas las actividades que se organizan por y para los residentes: fiestas, conciertos, representaciones, actuaciones, mercadillos, ...
El espacio libre, abierto a la interpretación individual, se convierte en un lugar que el habitante hace suyo y con el que se identifica.